viernes, 21 de agosto de 2009

Voltaire


Biografia

François-Marie Arouet, que se dio a sí mismo el pseudónimo de Voltaire (para no ser confundido con el loco de su hermano), es quizás uno de los intelectuales franceses más polifacéticos e importantes del Siglo de las Luces. Nació en París el 21 de Noviembre de 1694, hijo del notario François Arouet y de una madre prácticamente desconocida que falleció cuando Voltaire cumplía los siete años de edad. Estudió en el colegio jesuita Louis-le-Grand cuando se cumplían los últimos años del reinado de Luis XIV. De su formación religiosa guardará Voltaire un penoso recuerdo que se plasmará en una actitud irreverente, rebelde y burlona frente la Iglesia, sus instituciones y dogmas.
En 1713 obtiene el cargo de secretario de la embajada francesa en La Haya, trabajo del que es expulsado debido a ciertas relaciones amorosas. Apasionado ya desde entonces por la literatura, frecuenta los lugares donde se reúnen los intelectuales y artistas más destacados y, cuando muere en 1715 Luis XIV y toma la regencia el Duque de Orleáns, Voltaire escribirá una sátira contra él que le llevará preso a la Bastilla durante un año, tiempo que dedica a estudiar literatura.

En 1718 Voltaire conoce su primer éxito con la tragedia Edipo y con una epopeya, La Henriade, dedicada al tolerante rey Enrique IV, que se estrena en 1723. Sin embargo, no cesan los problemas; una disputa con el noble De Rohan le lleva de nuevo a la Bastilla y después al destierro, motivo que provoca su retiro a Londres durante dos años, lugar en el que contactará con la elite literaria, científica e intelectual. Cuando regresa a Francia en 1728, Voltaire difundirá las progresistas ideas políticas inglesas y el pensamiento del científico Isaac Newton y del filósofo John Locke.

En 1731 escribe Historia de Carlos XII, obra en la que esboza los problemas y tópicos que, más tarde, aparecerán plenamente madurados en su famosa obra Cartas filosóficas, publicada en 1734 y en la que lleva a cabo una radical defensa de la tolerancia religiosa y la libertad ideológica, tomando como modelo la permisividad inglesa y acusando al cristianismo de ser la raíz de todo fanatismo dogmático. Por este motivo, en el mes de mayo se ordena su detención y Voltaire se refugia en el castillo de la culta Madame Châtelet, mujer con la que establecerá una larga relación personal y con la que trabajará concienzudamente en una obra sobre el pensamiento newtoniano, que lleva por título: La filosofía de Newton.

En 1742 Voltaire publica Mohamed o el fanatismo, obra que será prohibida y un año después aparece Mérope. Por esta época, en la que había estallado la guerra de sucesión austríaca, Voltaire marcha en misión secreta a Berlín, después de lo cual recupera su prestigio, siendo nombrado académico, historiógrafo y Caballero de la Cámara real. Cuando muere Madame de Châtelet en 1749, Voltaire vuelve a Berlín invitado por Federico II, pero pronto acaba mal con el monarca y, huyendo de Prusia, se le detiene en Francfort, para después ser expulsado nuevamente de Alemania. Como Francia le negó la residencia, Voltaire se refugia en Suiza.

En 1759 publica Cándido o el optimismo, obra que será inmediatamente condenada en Ginebra por sus irónicas críticas a la filosofía leibniziana y su chistosa sátira contra clérigos, nobles, reyes y militares. Las inocentes reflexiones del joven Cándido no dejan títere con cabeza. Cuatro años después compone Tratado sobre la tolerancia y en 1764 su Diccionario filosófico. Desde entonces, siendo ya Voltaire un personaje famoso e influyente en la vida pública, interviene en distintos casos judiciales, como el caso Calas y el de La Barre, defendiendo la tolerancia y la libertad a todo dogmatismo y fanatismo.

El caso Calas fue uno de los que mas le obsesionaron a Voltaire. En este caso Jean Calas padre de una familia de origen protestante, religion que fue prohibida en Francia en ese siglo, es acusado de matar a su hijo Marc-Antoine que apareció muerto en la tienda del padre situada bajo la vivienda familiar el 13 de octubre de 1761. Este asesinato supuestamente lo habia cometido Jean para que su hijo no se convirtiera al catolicismo, su hijo fue convertido en un martir en aquel momento para asi influenciar al pueblo y hacerles parecer culpables a la familia Calas. Una de las pruebas, todas ellas malinterpretadas, para poder condenar a Jean Calas fue que la familia se contradijo en sus declaraciones. Según algunas investigaciones la familia sabia que su hijo se habia suicidado y lo que querian es que se le diese un entierro digno, he intentando no salir ninguno culpable y hacer un bien a su difunto hijo, Jean Calas fue acusado (injustamente), torturado brutalmente, para que reconociera su delito pero el matuvo su inocencia, y después ahorcado y quemado en la hoguera.

En 1778 Voltaire vuelve a París, acogido con entusiasmo, muriendo el 30 de mayo de ese mismo año.


Frases Célebres

Aqui os dejo una selección que creo que son de las mejores frases de Voltaire.
  1. Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado.
  2. Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento.
  3. Los males llegan volando y se alejan renqueando.
  4. Quien se venga después de la victoria es indigno de vencer.
  5. La escritura es la pintura de la voz.
  6. El placer da lo que la sabiduría promete.
  7. Ser bueno solamente consigo mismo es ser bueno para nada.
  8. El secreto de aburrir a la gente consiste en decirlo todo.
  9. Si Dios no existiera, sería necesario inventarlo.
  10. El secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuando detenerse.
  11. Cambia de placeres, pero no cambies de amigos.
  12. Lo que llamamos casualidad no es ni puede ser sino la causa ignorada de un efecto desconocido.
  13. La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano.
  14. El primero que comparó a la mujer con una flor, fue un poeta; el segundo, un imbécil.
  15. Una falsa ciencia hace ateos; una verdadera ciencia posterna al hombre ante la divinidad.
  16. Las discusiones metafísicas se parecen a los globos llenos de aire; cuando revientan las vejigas, se observa cómo sale el aire y no queda nada.
  17. No hay verdad que no haya sido perseguida al nacer.
  18. El sentido común no es nada común.
  19. Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo.
  20. La religión mal entendida es una fiebre que puede terminar en delirio.
  21. La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara.
  22. La superstición es a la religión lo que la astrología es a la astronomía, la hija loca de una madre cuerda.
  23. No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.
  24. Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo.
  25. Cuando se trata de dinero todos somos de la misma religión.
  26. Las falsedades no sólo se oponen a la verdad, sino que a menudo se contradicen entre sí.
  27. Si alguna vez, ve saltar por la ventana a un banquero suizo, salte detrás. Seguro que hay algo que ganar.
  28. Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan.
  29. El hombre se precipita en el error con más rapidez que los ríos corren hacia el mar.
  30. La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.
  31. Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo.
  32. Decimos una necedad y a fuerza de repetirla acabamos creyéndola.
  33. Azar es una palabra vacía de sentido, nada puede existir sin causa.
  34. La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero.
  35. Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.
  36. Todos los hombres tienen iguales derechos a la libertad, a su prosperidad y a la protección de las leyes.
  37. Para conseguir la más pequeña fortuna, vale más decir cuatro palabras a la querida de un rey que escribir cien volúmenes.
  38. Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.
  39. Claro que el café es un veneno lento; hace cuarenta años que lo bebo.

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